PADRE RICARDO GUERRERO ORREGO: 50 años al servicio del pueblo de Dios

R.P. Ricardo Guerrero Orrego

R.P. Ricardo Guerrero Orrego

1.-  DATOS PERSONALES

El Padre Ricardo Guerreo Orrego nació en Santa Cruz el 3 de abril de 1937, hijo de don Rómulo Guerrero y doña  Elisenda  Orrego,  fue el  quinto  de  seis  hermanos.

Experimentó la llamada vocacional desde temprana  edad, ingresó al Seminario a  los  13 años, estudió  la  secundaria  y filosofía  en  el  Seminario de  San  Carlos  y  San  Marcelo  en  la  ciudad  de  Trujillo. Los  cuatro  últimos  años  de  estudio,   los realizó  en  el  Seminario  Santo Toribio de  Mogrovejo en  Lima  donde  se graduó también  como  licenciado  en Teología, culminando  su  formación sacerdotal en  diciembre  de 1962.

El  19  de  marzo  de  1963, fue  ordenado sacerdote por  el  primer  Obispo  de  la  Diócesis  de  Chiclayo, Monseñor  Daniel  Figueroa  Villón en  la  Parroquia Santa  María Catedral, siendo  actualmente  el  único sacerdote  ordenado  por él.

Los  cuatro primeros  años  de  vida  sacerdotal  lo  desempeñó  como  secretario  del  Obispo y  los  cuatro  siguientes  como  administrador  parroquial  de la Parroquia “Santa María Catedral” formando  y  acompañando  diversos  grupos. Fue  enviado como Párroco a  la  Parroquia  Sagrada  Familia  del Pueblo Joven Diego Ferré,  Muro y aledaños el  3 de  marzo  de  1971.

Desde  1971 hasta  el  año  2000 desarrolló su  labor  sacerdotal  y  pastoral  en  esta  Parroquia. 30  años  de fecunda  vida  sacerdotal  al  servicio  del  pueblo  de  Dios  en  esta  porción  de  la  Iglesia  que  le  fue  encargada.

En el año 2001 fue  designado por  Monseñor  Jesús  Moliné  Labarta como Párroco  en la  Parroquia  San  Juan  María  Vianney, realizando una    labor  evangelizadora  en  diversos  sectores  de  la  Parroquia, junto  al  equipo  pastoral  que  lo  acompaña, asimismo es  importante  la  labor que  desempeña  en  la  construcción  del templo parroquial  y  otras  obras físicas en el ámbito de su Parroquia.

Actualmente también  desempeña  la  labor  de  Vicario  de  la  Diócesis, acompañando en este  trabajo  a  nuestro  Obispo Jesús  Moliné  Labarta.

2.  SU  LABOR PASTORAL:

EL Padre  Ricardo  Guerrero  inició  su  labor  sacerdotal con una  entrega  total  al servicio  del  Evangelio  en  todos  los  lugares a  los  que  fue  enviado, preocupándose por la  formación  de  los  laicos, formando  y  animando  comunidades  cristianas, desarrollando  tareas  evangelizadoras que  promueven  el  desarrollo  humano integral, preocupándose  por  los  sectores  más  pobres, promoviendo  la  solidaridad,  el  compartir, la  responsabilidad  social.  Junto  con esta  preocupación  incansablemente genera  experiencias  de  fe, de  crecimiento  espiritual  de  amor  por  la  Eucarística  y  la  vida  comunitaria  como  aspectos  fundamentales  para  asegurar  el  seguimiento  de  Jesús y  una  vida  cristiana  coherente.

A. Formación de Generaciones de Laicos:
Uno  de los  frutos de la  labor como  asesor y  pastor del  Padre  Ricardo Guerrero  en estos  50  años son  los  cientos  de  laicos  formados en  su  fe para  asumir su  misión en la  sociedad  y  en  la  Iglesia  ejerciendo  un  liderazgo  ético  y cristiano  en  los  distintos  espacios  de  su  vida  y  acción.   Niños, niñas, Jóvenes, mujeres, familias, profesionales  fueron y  son  hoy  marcados por  esta formación. Muchos  de  ellos participan  activamente en  comunidades  cristianas, parroquiales, movimientos cristianos en  espacios  sociales  ejerciendo responsabilidades  públicas, contribuyendo a  promover  la  vida  y desarrollo en  la  sociedad.

El Padre  Ricardo  hizo  suyo  en  su acción  evangelizadora el llamado  que  Vaticano II  hiciera  a los  laicos: “Los laicos, que desempeñan parte activa en toda la vida de la Iglesia, no solamente están obligados a cristianizar el mundo, sino que  además su vocación se extienda a ser testigos de Cristo en todo momento en medio de la sociedad humana” (  G.S. N.43 ).  Para  promover  esta misión dio énfasis  y creó  muchos  espacios  de  formación bíblica, teológica, doctrinal  y  humana.

Esta  formación  fue  complementada  con la  vida  comunitaria  exigente, centrada en  la reflexión bíblica, el  amor  por  la Eucarística y  la  corrección  fraterna   ayudando   a  tomar  conciencia  del  ser  cristiano, discípulos  de  Jesús, y  por  lo  tanto  coparticipes  de  su  misión.

Hoy  podemos  ver  con  mucha  esperanza  y  alegría  a jóvenes  formados  por  el  Padre Ricardo  desempeñando  cargos, asumiendo  responsabilidades  en la sociedad,  en  el  campo educativo, en las  instituciones  públicas  y  en la parroquia  asumiendo tareas  pastorales con  un  espíritu  misionero y  evangelizador.

B.  Promoviendo Comunidades Cristianas al Servicio de la Vida:
El  Padre  Ricardo experimenta en su  trabajo  como  Párroco,  la necesidad  de  construir  el  templo vivo  de  la  Iglesia, que  tenga  un  rostro cercano a  la  gente, que  salga  al  encuentro de  la  gente  para  llevarle  la palabra  el  consuelo y la  ayuda  oportuna  a  quien  lo  necesite. Por  eso  durante  estos  años,  de  manera  incansable y  renovada ha forjado  y  acompaña  diversas comunidades  que  se  constituyen en  el  cuerpo de la   Iglesia.

Escuchamos  repetidamente  decir  al  Padre  Ricardo lo  que  el Papa Juan Pablo II y los  Obispos  Latinoamericanos  dijeron:   que  “la  Parroquia  es  la  comunidad  de  comunidades”  y  por  eso había  que   formar  comunidades  que  den  vida  a esta  gran  comunidad  que  es  la  Parroquia.  En  Diego  Ferré  se formaron  muchas  comunidades  y  movimientos  cristianos; en  la  Parroquia  San  Juan  María  Vianney  existen comunidades  como:  Asambleas  Familiares  en las  diferentes  zonas, de las que han surgido pequeñas comunidades de adultos y también de jóvenes.  Igualmente grupos como  la  UNER  (Unión Eucarística Reparadora), Evangelización  2000  son  acompañados  por  el  Padre  Ricardo y  realizan  una  labor  evangelizadora  en  beneficio  del  pueblo  Lambayecano.

Queremos reconocer  en la  labor  del  Padre  Ricardo  un esforzada labor  de fortalecimiento  de  una  Iglesia  viva  en los  lugares  donde  fue  enviado ,  animando la  fe, promoviendo acciones  de  solidaridad, mostrando de  esta  manera una  Iglesia  cercana  a  la  vida  de  la  gente.

C.  Guía Espiritual:
Como  pastor el  Padre  Ricardo  se  sintió  siempre llamado  a  cuidar a  cada  una  de  sus  ovejas, preocupándose  de  manera personalizada  por  todos  los  miembros  de  su  comunidad, formando para  que  todos  tengan  la  misma  preocupación  del cuidado  del  uno  por  el otro.  Es un pastor que se deja encontrar por quien lo busca, su  tiempo  está  dedicado  íntegramente  a su  trabajo pastoral  y  al  acompañamiento  personal  de  todo  aquel  que  lo requiera.

Está  pendiente  de  todo  y de  todos y  siente  como  suyo la  preocupación  de  los otros, tiene  una palabra  oportuna, sabe  colocarse  en  el  lugar  de  la  otra  persona y responde  a  sus  necesidades.  Como  parte  de  este  trabajo promueve  la  solidaridad, y  trabaja  incansablemente  para que  todos tengan  esta  misma  preocupación.

Como  guía  espiritual de  la  comunidad presenta a  Jesús como guía  y  centro de  la  vida  cristiana  y  de  la  comunidad, fomenta a  la reflexión de  la palabra, la  oración y motiva  para  que  la  Eucaristía  sea un  elemento central  de  la  espiritualidad  de  la  comunidad.

Podemos  apreciar   en las Parroquias y  comunidades  que  él  ha  acompañado  el  aumento de  su participación en   la  Eucaristía, en  las  acciones  de  evangelización y un fortalecimiento de su dimensión  orante.

En  el  Padre  Ricardo encontramos  un pastor con el que  experimentamos  la  cercanía  de  Dios, una  presencia  y  un testimonio  que  demuestra  preocupación por  su  parroquia  y  por  cada  persona.  En  su  frágil  figura se  puede  sentir  la  fuerza  espiritual  que  se  traduce en  ánimo, dinamismo, creatividad, organización, que  fomenta  alegría, amistad, solidaridad que  lo  hacen  un discípulo fiel a Jesús,  testigo  de  la  esperanza, de la  fe  y  el  amor de  Dios.

3.  PROMOTOR  DEL  DESARROLLO HUMANO  INTEGRAL:

En  1971 el  P. Ricardo al llegar  al  pueblo Joven  Diego  Ferré  y  Muro encontró un  pueblo  pobre, desorganizado, agobiado  al  decir  de  sus  moradores  “estábamos  olvidados, desorientados como  ovejas  sin  pastor”, no  contaban  con un templo parroquial y  tenían muchas  dificultades   producto  de  la  pobreza  y  el  abandono, como  el  alcoholismo y  enfrentamiento  entre  los  pobladores.

Unir a  la  gente, involucrarla  en  la  mejora  de  sus condiciones  de vida, iniciando  este  trabajo con  la  organización  de  los  jóvenes,  con  el  comité  pro templo y  obras  sociales  un  trabajo  colectivo de  sensibilización para trabajar por la construcción del templo.

Al inicio  de  este  trabajo  el  P.  Ricardo contó  con  el  apoyo  de  Monseñor  Juan  Tomis  Stack en  la  celebración  de los  primeros matrimonios  comunitarios contribuyendo  eficazmente  en la  formación  de  las  familias  de  los  barrios, promoviendo  actividades  comunales que  permitieron la  construcción del  templo parroquial, el  cuidado  de  los  parques,  la  disminución de  la  violencia, la  unión de los  pueblos  jóvenes  Diego  Ferré  y  Muro y el fortalecimiento  de  la  organización  vecinal.

En  los  12  años  de  labor  pastoral  que  tiene  en la  Parroquia San  Juan María Vianney  podemos  confirmar que  se  mantiene  con  el  mismo  espíritu y  preocupación  porque  la labor  evangelizadora  contribuye en  el desarrollo  humano  de  las familias,  en  el crecimiento  de  la  solidaridad y  la  fraternidad en  las  distintas  zonas  de  la parroquia  en la  que  vemos  hoy  muchas  comunidades  activas  participando en  la  vida  de su  pueblo, y  en la  construcción  de  la  comunidad.

La preocupación por  el desarrollo  humano  integral  como  un  aspecto  importante  en  su  acción  evangelizadora  para  que  las  personas  puedan  sentir  la cercanía  de  Dios, fue  siempre  una  intuición que  orientó  la  acción  del  Padre  Ricardo  Guerrero.  Por  eso está  siempre  disponible  al llamado  que le hacen  las  distintas  instituciones  del  Estado  y la  Sociedad  Civil,  para  escuchar  su  palabra orientadora, animadora, que repercuta  en  su  acción  institucional.  El  Sector  Educación, Salud,  Justicia, organizaciones  sociales  de  nuestro  medio son  beneficiados  con  su  acción pastoral.

Por  constituirse  un referente  ético como  pastor, goza  de  credibilidad  y respeto y  su  opinión  es tomada  en cuenta en  diversas  situaciones.

Agradecemos esta  presencia  promotora  del  desarrollo humano que  alienta  la  fe  y  la  esperanza de  los  pueblos  y  de las  instituciones  que  han  sido tocadas,  beneficiadas con la  acción y  la  palabra  del  Padre  Ricardo  Guerrero.

Su inquebrantable fe  en  Dios y  su  confianza  en las personas  a las  que anima a  dar testimonio de coherencia y preocupación por la vida de los más necesitados,  dieron y  siguen  dando sus  frutos  hoy..

¡GRACIAS  POR SU VIDA TAN FECUNDA PADRE  RICARDO  GUERRERO!

52 comentarios en “PADRE RICARDO GUERRERO ORREGO: 50 años al servicio del pueblo de Dios

  1. Eres una prueba viviente que Dios se viste de lo mejor, que alegría que siempre estés con nosotros, en mis recuerdos relacionado con mi vida personal asalta tu recuerdo, tus consejos y ese amor infinito que solo las almas nobles a base de desprendimiento comunican que al Dios que seguimos es un Dios vivo. Gracias Nuestro Dios te doy por conservarlo porque aún tienes mucho por dar querido padre, eres padríiiiiiiiiiiisimo.
    Te Quiero Mucho.

  2. Querido Padre Ricardo: Le envio un saludo desde España.Muchas Felicidades por estos 50 años dedicados a propagar el amor a Dios. Soy ingrata,pero siempre guardo gratos recuerdos de Usted. Espero visitarlo este año.
    Un saludo Padre Rico!!..su sobrina: Camucha.

Deja un comentario