Testimonio Madre Ingrid_Roma, Marzo 2013

Roma, 16 de marzo 2013

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

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Testimonio, Madre Ingrid, Roma 2013

A nuestro muy querido Padre Ricardo
Con mucho cariño y gratitud va mis saludos desde la Ciudad Eterna, para aquel que tanto bien ha hecho por la Iglesia, por la Diócesis, por tantos fieles cristianos que un día se encontraron en su camino con nuestro Padre Ricardo,. No podría ser indiferente frente a tan gran acontecimiento: Sus Bodas de Oro Sacerdotales, 50 años de fidelidad a la llamada Divina, fidelidad a la Misión encomendada, fidelidad a la Iglesia y en cada instante fiel al Amor que nuestro Dios le manifiesta y fiel a la Gracia Divina, como San Pablo puede decir «por la gracia de Dios soy lo que soy y la gracia no ha sido infecunda en mí.»

Padre Ricardo, en nombre de mi Congregación de las Misioneras de Jesús Verbo y víctima , le agradecemos por tanta ayuda generosa que siempre nos ha brindado, su apoyo espiritual, personalmente a mí, su Madre Ingrid, Usted me vio crecer en la fe que recibí en el bautismo y que se vio fortalecida en la confirmación y se acrecentó cada vez que fui absuelta de mis pecados y que fue Usted el instrumento fiel de Dios, siempre tuvo tiempo para confesar, creo que esta fue la virtud que le caracteriza a nuestro Padre Ricardo, la disponibilidad de sabernos escuchar en la confesión, este es el recuerdo que tengo de mi adolescencia cuando en la Parroquia Sagrada Familia acudían tantas personas para confesarse con el Padre Ricardo, eso jamás lo olvidare, casi cada tarde se le vela en el confesionario, era el Buen Pastor que va en busca de la oveja perdida y que la trae nuevamente al redil, donde va a estar segura y protegida. De Usted aprendí a valorar lo que significa la Santa Misa, con que unción la realizaba, y nos invitaba a participar como miembros vivos, a viva voz, a guardar silencio para adorar al Santísimo Sacramento; a Jesús en el Gólgota, tener intimidad con el Señor, al crear el oratorio, donde encontramos siempre a Jesús y donde El se encuentra con nosotros, cuantas almas habrán encontrado nuevamente su fe en estos sencillos oratorios, cuántos encontraron la paz, la serenidad en sus corazones, cuántos encontraron el consuelo y la confianza en un Dios tan cerceno, gracias a ese sencillo oratorio que hubo por primera vez en la parroquia, y que decía Dios es Amor, ¿lo recuerda? . De Usted aprendimos a ser celosos con la liturgia, su preparación no improvisar. Este es nuestro Padre Ricardo. Todo esto fue calando en mi vida, de tal manera que descubrí que Dios me llamaba también a su servicio, y Aquí me tiene.

Después de muchos años de servicio como párroco de la Sagrada Familia, Dios lo llamó a servirlo en otra Parroquia, solo El sabe lo que habrá sentido su corazón, lo que paso en su mente, cual fue su oración en ese tiempo, pero lo que vimos los demás fue su obediencia y su gran fe. Gracias Padre Ricardo por su ejemplo y fidelidad. Pero todo eso brota de un alma que sabe orar que se ha abandonado en las Manos de su Hacedor, que lo Escucha siempre y esa intimidad Usted la ha sabido trasmitir. Recuerdo cuando era una adolescente y lo veta cerrar sus ojos en la Santa Misa y mover sus labios, no entendía casi nada pero si sabía que el Padre Ricardo está rezando y que debíamos estar quietos, no hacer ruidos, y ser modestas no estar mirando a todas partes en la Santa MISA.

Mi Padre Ricardo personalmente no podre saludarlo en esta gran ceremonia que todos le queremos manifestar nuestro cariño y agradecimiento, pero estará presente en nuestras oraciones, y como no recordarlo en una fiesta tan Grande de San José Esposo de la Virgen María, fue el hombre justo y fiel, obediente al Padre Eterno, y cuantos beneficios ha recibido de San José especialmente ahora que está construyendo la Morada de Dios. Que San Jase lo proteja siempre. Siempre agradecida.
Madre Ingrid.

1 comentario en “Testimonio Madre Ingrid_Roma, Marzo 2013

  1. Muchas gracias doy al Divino creador por haberme dado la oportunidad de conocerlo y trabajar en 9 de Octubre por espacio de 7 años, en las cuales siempre tuve su apoyo incondicional, en la guardería, en la catequesis y en sus homilias que eran una catequesis. Adelante con su espiritu misionero. Desde Medellín , reciba mi saludo fraterno. Madre María lourdes Morisaca Quispe.

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