Revista Bodas de Plata Parroquia Sagrada Familia Diego Ferré Chiclayo

Publicamos la Revista por las Bodas de Plata de la Parroquia Sagrada Familia de Diego Ferré Muro y aledaños. Chiclayo Perú. que forma parte de la labor pastoral de R. P. Ricardo Guerrero.

Agradecemos al Sr. José Ramírez por proporcionarnos esta Revista

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Historia de la Parroquia Sagrada Familia Diego Ferré Chiclayo

Extraido de la Revista Bodas de Plata de la Parroquia Sagrada Familia Diego Ferré Chiclayo. (1997)


Por: P. Ricardo Guerrero Orrego

Fachada Antigua del Templo parroquial

Fachada Antigua del Templo Parroquial

La Parroquia de Diego Ferré y Muro fue fundada el 3 de Marzo de 1971 por Decreto Episcopal, dado por Mons. Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, nombrando como primer párroco, al P. Ricardo Guerrero Orrego, quien tomó posesión en el mes de abril del mismo año. Posteriormente el 25 de octubre, un nuevo Decreto le da el nombre de Parroquia «La Sagrada Familia», indicando: «Nombre que ha de influir en la mente de los habitantes para santificar los hogares».

LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO
Al llegar a la nueva Parroquia solo hallé una capilla chica, a medio construir y en malas condiciones. Felizmente que el Capellán de la Base Aérea había formado un Comité Pro-Templo-Obras Sociales, y con la ayuda de éste empezamos a colocar las bases de lo que sería la Capilla y el Salón para el Club de Madres.

Con el Comité continuamos el  llenado de columnas y la construcción de paredes, luego destruimos la Capilla antigua y lentamente fuimos avanzando la obra con recursos propios del barrio. Para financiar la construcción, en un principio hacíamos bailes, pero tuvimos que suprimirlos porque degeneraban en pleitos y borracheras. Entonces organizamos la famosa Tómbola Gigante, que luego convertiríamos en la Feria Parroquial, con la clásica parrillada, juegos diversos, tómbola, rifa, y otras actividades que con el tiempo vamos incrementando.

Hasta octubre de 1971no se celebró la Eucaristía porque la gente no estaba acostumbrada, solo asistía una vez al año y en tiempo de fiesta. El domingo 31 de octubre con la ayuda del P. Juan Tomis, celebramos matrimonios comunitarios en un local de deportes ubicado en la cuadra 13 de la avenida Bolognesi. Fueron 35 parejas, y desde esta fecha empezamos la celebración dominical. A pesar de la preparación habida asistían de 30 a 35 personas. La celebración la hacíamos en un salón pequeño de la casa de la señora Fausta de Solano, quien nos lo cedió hasta que construyéramos la Casa Parroquial.

En la Navidad del 71, por primera vez celebramos la Eucaristía en el Canchón donde construiríamos el Templo. Solo existía el cercado del Templo, hubo una gran concurrencia de gente. Durante el año 72 continuamos los trabajos de la construcción como el Cercado del Salón Parroquial. Muchos albañiles de Diego Ferré nos ayudaron gratuitamente, los pobladores nos alcanzaron dinero de las pequeñas actividades que hacían y así logramos terminar también el techado del salón parroquial a fines de 1972. A comienzos del año 73, pasamos a ocupar el Salón Parroquial. Era sólo un ambiente amplio sin divisiones como hasta ahora, que estaba sin enlucir, aunque con puertas y ventanas. La celebración de la Eucaristía la hacíamos ya con más de 100 personas.

MOnseñor Walter Curtis, Obispo de Brisgeport U.S.A.

MOnseñor Walter Curtis, Obispo de Brisgeport U.S.A.

En este año 1973 continuamos con el techado del Templo Parroquial. hasta culminarlo. Aún sin enlucirlo, a fines de aquel año estuvimos ocupándolo para celebrar la Eucaristía. Poco a poco fuimos arreglándolo; por mucho tiempo el piso no tuvo losetas y el altar era muy pobre. Hicimos un Oratorio dentro del Templo, como lugar especial de oración, donde estuviera el Santísimo con su presencia gratifican te. El Templo era un salón funcional (de ahí la importancia de separar el Oratorio) que servía para conferencias, películas, teatro, etc. A fines de 1974, en la fiesta de la Sagrada Familia, tuvimos la primera visita de nuestro Obispo Monseñor Ignacio María de Orbegozo. Después de algunos años, continuando los trabajos del Templo, hicimos el enlucido y colocamos las losetas al piso. El año 1987 arreglamos el Altar Mayor con un dinero donado por Monseñor Walter Curtis, Obispo de Bridgeport USA, siendo él mismo quien lo bendijera el 15 de agosto de aquel año.

Fachada actual del Templo Parroquial frente al moderno parque de Diego Ferré

Fachada actual del Templo Parroquial frente al moderno parque de Diego Ferré

Actualmente el templo ya no nos alberga cómodamente a todos, por eso nos propusirnos ampliarlo. Hicimos las gestiones ante el Municipio de Chiclayo para poder avanzar unos metros más hacia el Parque, y gracias al Alcalde, Señor Arturo Castillo Chirinos, obtuvimos la respectiva licencia municipal.

En setiembre de 1994 iniciamos la primera etapa de las obras, con la ampliación de salones, y a fines del año, nos faltó poco para culminar el comedor parroquial en el primer piso y los salones del segundo y tercer piso. En octubre de 1995 empezamos con la segunda etapa de las obras que consistía en la ampliación del Templo Parroquial y la construcción de nuevos ambientes en la parte superior, destinados a las diferentes actividades pastorales de la Parroquia. Estando a inicios del año 1997, poco nos falta para concluir los enlucidos de la nueva fachada del templo y de los ambientes parroquiales.

EDIFICACIÓN DEL TEMPLO ESPIRITUAL
La construcción material es una necesidad, pero más importante es la formación del ser humano.

El año 1971 organizamos las «Noches Familiares», que consistían en reuniones en una casa con personas de esa manzana, para reflexionar su fe, ayudados de la Biblia.

Los jóvenes fueron quienes organizaron este apostolado que no prosperó por la falta de dirigentes, líderes o animadores. Sin embargo, como fruto de las Asambleas Familiares, logramos formar la Comunidad Cristiana de Adultos con unas 50 personas; simultáneamente formamos la Comunidad

Juvenil Cristiana (C.J.C.) con unas 30 personas. Ambas comunidades recibían formación, con ellas organizamos la Catequesis, la Liturgia y las visitas domiciliarias, repartimos en cada casa un Boletín Parroquial. Además preparamos la Navidad del 71, la Semana Santa del año 72, la Feria Parroquial del 30 de agosto, y la Semana Bíblica, llamada después Semana Misional realizada entre fines de octubre y comienzos de noviembre. Estas cuatro actividades aún permanecen.

El Centro de Salud y Botiquín Parroquial "Nuestra Señora de Guadalupe" atiende permanentemente con diferentes especialidades

El Centro de Salud y Botiquín Parroquial «Nuestra Señora de Guadalupe» atiende permanentemente con diferentes especialidades

Constituimos luego el Consejo Parroquial, con representantes de cada una de las acciones pastorales: adultos, jóvenes, niños, trabajadores, familia, liturgia, administración y economía, y enfermos, ‘Iodo estaba centralizado hasta cuando determinamos que la Parroquia se subdividiera en zonas y sub-zonas, cada una con un Presidente y un Coordinador respectivamente. El Coordinador tiene a su cargo a los animadores, quienes dirigen una Asamblea Familiar cada uno, y se encargan con su respectivo Coordinador, de velar por todo el trabajo pastoral de esa subzona. El Presidente de la zona con los coordinadores de las sub-zonas forman el Consejo Zonal.

Tenernos 5 zonas: Diego Ferré, Muro, UPIS Ciro Alegría, Jesús Resucitado y Chosica del Norte.

Con la descentralización, el Consejo Parroquial quedó constituido de la siguiente manera: Presidente, Vicepresidente, Secretario, cada uno de los 5 Presidentes de Zona, Presidente de Catequesis, Presidente de Familia, Presidente de Pastoral Juvenil, Presidente de Liturgia, Presidente de Administración y Economía, Presidente de Servicios (Alimentación

y Salud). Estos Presidentes son los responsables de organizar la pastoral específica a su cargo.

En Agosto de 1988, empezamos la Catequesis Familiar preparando a los padres para evangelizar y enseñar a sus hijos. Los catequistas o animadores solo celebran lo que sus padres enseñan. La Catequesis está dividida en grupos; al frente del grupo de padres, está una Pareja Guía y al frente de los niños un Animador. Es una Gracia de Dios tener ya siete promociones de Catequesis Familiar.

Los niños que terminan su preparación pasan a Catequesis II, luego a Catequesis 111,etc., hasta llegar a ser jóvenes. A esta edad se incorporan a la Comunidad Juvenil Cristiana, que a su vez está dividida en cuatro instancias: Pre-Iniciación, Iniciación, Pre-Comunidad y Comunidad. Cada instancia está dividida en grupos o pequeñas comunidades. Los padres también forman Comunidades Cristianas, después de la Primera Comunión de sus hijos. Las reuniones de unos y otros son semanales.

Hay que advertir también que quienes tienen un trabajo pastoral, pertenecen a una pequeña comunidad y practican la vida de oración y sacramental. En la vida cristiana hay tres dimensiones: Dimensión Comunitaria (La pequeña Comunidad Cristiana), la Dimensión Evangelizadora (compromiso o trabajo) y la Dimensión Sacramental y Orante (oración y sacramentos). A cada miembro parroquial se le pide participar de estas tres dimensiones.

En el año 1993, el día 04 de Abril se realizó el Primer Retiro del Movimiento «Juan XXIII», que está dando muchos frutos de conversión. Los Retiros son alternos, uno de hombres y otro de mujeres estando ya por el Retiro Nº 19. Después del Retiro, los Retiristas forman pequeñas comunidades y se incorporan a sus respectivas parroquias. Con ellos nos reunimos todos los martes para celebrar la Eucaristíayentregarles formación cristiana.

Otro Movimiento es el de «Bodas de Caná», fundado el 18 de Julio de 1993 y que está conformado por parejas de esposos. Existe también la «Legión de María», el Centro Parroquial de Misiones con los grupos de «Juventud sin Fronteras» e «Infancia Misionera». En total existen 243 grupos y más de 1500 personas organizadas en comunidades.

Tenemos otras actividades como la Jornada Parroquial Mensual, Cursillos para Jóvenes y Adultos durante el año, Talleres de Autoestima, Escuela para Padres, Cursos de Discipulado y de Evangelizadores, y Talleres de Oración, que en su conjunto concretan lo acordado por los obispos latinoamericanos para que nuestra Parroquia sea fiel a la misión de evangelizar, de celebrar la liturgia, de impulsar la promoción humana y de adelantar la inculturación de la fe en las familias. (S.D.58).